Un equipo es tan fuerte como su líder lo permita ser.

Como líder de equipo, siempre he creído que el verdadero éxito está en sacar lo mejor del talento y la inteligencia colectiva de cada persona.

Mi enfoque es simple: crear un ambiente donde todos se sientan valorados, escuchados y con la libertad de aportar sus mejores ideas.

Estas son algunas de las cosas que hago para lograrlo:

1. Dar responsabilidades que desafíen y se adapten a las fortalezas de cada persona: Esto no solo ayuda a que se sientan más seguros, sino que también impulsa su crecimiento constante.

2. Crear un espacio abierto para la colaboración: Un ambiente donde todos puedan compartir sus ideas sin miedo a equivocarse fomenta la creatividad y el intercambio de conocimientos.

3. Delegar de manera consciente: Delegar no es solo cuestión de ser más eficientes, es dar la oportunidad a otros de asumir el liderazgo en proyectos, lo que genera un mayor sentido de pertenencia.

4. Ofrecer retroalimentación clara y constructiva: Dar feedback sincero y útil crea un ciclo constante de aprendizaje y mejora.

Liderar es inspirar a otros a dar lo mejor de sí, no solo dar órdenes.

El objetivo es simple: cuando el equipo crece, todos ganamos.


P.D.: Te invito a que veas la charla completa Liderazgo que inspira de Marisa Lazo.